Cuando veo un faro me suele venir a la cabeza la imagen del farero, una figura ya prácticamente extinguida. Me lo imagino solitario, refugiado en su pequeño cubículo, mientras fuera ruge la tormenta y las salpicaduras de las olas golpean contra la ventana. En los días plácidos y soleados, me lo imagino fumando un cigarrillo en el portal del faro, viendo pasar las barcas y saludando con una mano a aquellos niños que le han dedicado algún gesto. Y no sé por qué, siempre me lo imagino callado, rumiando para sus adentros. Debajo de su apariencia serena, añorando desesperadamente alguien con quien hablar.
viernes, 25 de octubre de 2013
El hombre del faro
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Me gusta leerte, gracias!!!!!!!!!!!
ResponderEliminargracias a ti por estar alli
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